En ésta categorìa de etiquetas me voy a ocupar de homenajear (cortar/pegar) a la mejor escritora Under que yo conocí (y no conocí). Aunque ella nunca me lo creyó, yo siempre la admiré y envidié por poder escribir lo que escribe (o escribía). Hace mucho que no sé nada de ella y, creo que por que hoy en día es feliz y, por ende, no escribe. Sospecho que ni siquiera sigue vistiendose de negro, emborrachandose y maldiciendo su vida. Ojalá sea ese el motivo y ojalá reciba mi llamada y lea este blog. Con todos ustedes... Barsotica (Bar Giménez, la escritora del Oeste).
El vaso olvidado detrás de mi codo;
Mis joviales tetas;
La moral de nuestro pueblo;
El niño que observo bajar las escaleras;
Un avión que despega un once de septiembre;
Mi pelo en época de berenjenas;
El diente flojo de mi sobrinita de seis años;
El muro que nos separa;
La bolsa de valores;
El pene erecto de cualquier hombre;
Los platos sucios apilados sobre la mesa;
Mi abuelo, el que camina con tanta dificultad;
Las tres naranjas con las que hace malabarismos mi hermano;
El castillo de naipes en mi cabeza;
La torre de Pisa;
y muchas otras cosas,
Se pueden caer.
El vaso olvidado detrás de mi codo;
Mis joviales tetas;
La moral de nuestro pueblo;
El niño que observo bajar las escaleras;
Un avión que despega un once de septiembre;
Mi pelo en época de berenjenas;
El diente flojo de mi sobrinita de seis años;
El muro que nos separa;
La bolsa de valores;
El pene erecto de cualquier hombre;
Los platos sucios apilados sobre la mesa;
Mi abuelo, el que camina con tanta dificultad;
Las tres naranjas con las que hace malabarismos mi hermano;
El castillo de naipes en mi cabeza;
La torre de Pisa;
y muchas otras cosas,
Se pueden caer.
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