El robo

Domingo 7 am, levantarse, desayunar algo, lavarse la cara, revisar que estuviera todo en el bolso y arrancar para la esquina de encuentro del equipo de fútbol.
Miro al cielo y pienso "Hace frío, es de noche... ¿y si les digo que me pasen a buscar, mejor?". Es tentador, pero decido no ser tan fiaca, son 12 cuadras y de paso me despabilo un poco.
En la calle no hay un alma, camino por Mendoza y llego a Ovidio Lagos, la calle iluminada pero vacía... decido cambiar mi ruta habitual y sigo por Mendoza ("camino hasta Alvear, pienso...).
En Rodríguez, vuelvo a pensar en doblar la esquina pero, otra vez impulsado por un deseo inexplicable continúo por Mendoza. Dos cuadras más y llego a Santiago y mientras voy cruzando lo veo y me doy cuenta que:

- Me manguea o roba
- No podía volver atrás, ya era tarde
- Que no hay nadie en la cuadra

EL: "No te quiero pinchar ni lastimar
YO: (silencio)
EL: Vamos a caminar como que vamos hablando y dame el celular
YO: ¿Me dejas sacar el chip?
EL: Bueno
YO: Tomá
EL: Dame la plata
YO: se la doy
EL: ¿No tenès nada màs encanutado?
YO, pensando: "te di 102 pesos y un celular..."
YO, diciendo: No, el resto son documentos mìos...
EL: ¿en la mochila que tenes?
YO, sincero: Mi ropa de fùtbol
EL: Ok. Andá...

Seguí caminando, nunca miré atrás, nunca supe si tenía algo para herirme...
Estoy seguro que el loco ese nunca había pensado que iba a robar tan fácil
Me duelen los 100 pesos, el celular ya no andaba...

Y no era un "negro de mierda" como muchos deben pensar... No culpen al chancho