Mi hermano llevó una camisa a la tintorería. Le preguntó cuánto le iba a salir y le dijeron (supongamos) 12 pesos.
Mi hermano horrorizado porque el pensaba que costaba 10 pesos, reclamó:
"¡Cómo 12! ¿No salía 10?".
La mujer que atendía le contestó: "es que lavamos, secamos y planchamos".
Mi hermano meditó y dijo: "Haga esto, lavela y planchela... pero no la seque, ¿ok?"
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