¿Los simpsons o la vida real?

Si bien todos, incluido yo, estamos contentos de saber que 33 personas que podrían haber muerto están ahora a salvo, vale la pena reflexionar un poco sobre esto. Supongamos que realmente la salvación de esta gente sea salir de su cautiverio en una mina, probablemente ahora venga la parte más cruel del asunto... Durante unos días, quizás meses, los mineros, sus familias, los rescatistas y muchos oportunistas nos van a saturar en cuanto medio exista en el mundo.

Ahora, podemos ver esto como un gran acto de salvataje o bien como una muestra de lo que somos: unos pelotudos totales. Todos sabemos los nombres de estos mineros chilenos, y comentamos risueñamente sobre el bígamo, el poeta, el Sepúlveda, el Yañez y vemos como el primer minero que sale se abraza con Pinera y esa foto recorre el mundo entero. El tipo dice "hemos vivido una noche mágica, una que recordaremos toda la vida" y es cínico, probablemente todos recordemos esta noche, pero las condiciones de trabajo de los mineros no van a cambiar. Obviamente, de movida es penoso trabajar en una mina pero seguramente cualquier pena que se pueda aliviar y cualquier medida que se pueda tomar es postergada por algún otro interés.

Pensemos si queremos ser cómplices del circo... sobretodo cuando Susana Giménez o Tinelli (los de acá o los del otro lado de la cordillera) tengan en su programa a un minero y su familia.




No Culpen al chancho, luego.