19.2.11

De la calle y sus cosas

Dos cosas se me ocurrieron esta última semana en la que estuve más atento que nunca a todo lo que pasa en la calle:

La primera es que hoy en día suenan tantas alarmas y sirenas todo el tiempo que ya han perdido todo sentido. No hay noche, tarde, mañana y no hay lugar donde no se accione una alarma que, en ocasiones, puede sonar tanto que le da 4 0 5 vueltas al ciclo de sonidos diferentes. Ya a nadie sorprende una alarma, ni lo alarma.

La segunda es sobre un vicio de los conductores que es mirar de reojo el semáforo peatonal y al descubrir que el hombrecito está titilando rojo aceleramos para lograr pasar el semáforo antes de que se ponga en rojo. Generalmente podemos lograr esa vez, pero no lo vamos a lograr en el próximo semáforo por ese temita de la onda verde. Pero lo que me llama la atención es que si uno se pone a pensar un semáforo normal dura aproximadamente un minuto y un minuto en un auto es muy poco tiempo. ¿Adonde vamos tan apurados?

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