16.5.08

El ciclo (2001)

Será la neblina lo que respiro, porque de aire ya no vivo, de aire ya no sé en mí. Pero la neblina no me cubre, no me oculta a mí de lo demás aquí. Tampoco me ayuda a no ver lo demás aquí. Sólo entra en mí, respirándola, consumiéndome, poco a poco.
Vivo y respiro por gracia de algo mecánico. Todo lo orgánico mío no lo uso. Todo sigue funcionando porque si, pero yo no lo incito. Ya no puedo incitar nada, no puedo inducir a nadie. Y me muero poco a poco.
Será la distancia el olvido. Para muchos es suficiente razón, para los que no saben de nada. Para los que no saben de mí. Y los que no saben no sabrán, lo he decidido. Es mi primera decisión en mucho tiempo.
Y el ciclo se cerrará pronto o dentro de mucho. Pero sé que se cerrará. Siempre es así. Sólo que cuando entiendo que así son las cosas, es muy tarde para recuperar el tiempo o regresar en el. Cada segundo hace el siguiente demasiado tarde para vivir el anterior. Y cada vez que me decido por vivir un segundo como el último, todo resulta apresurado. Todo es distinto cuando me tomo tiempo, es trágicamente a la inversa. Ni siquiera intento ni pretendo hablar de otros, sino de mí.
Cada vez que sufro, sé que no es para siempre, sé que no es la última vez. Pero sé que algo debo culparme, para seguir con mi eterna lucha por no cargar a nadie el pesar de mi forma. Nadie puede culparse ni ser culpado por mi insignificante desazón, ni por mis ganas de no ser como no quiero ser. Esas mismas ganas de encontrar en el mundo lo que he venido buscando, un espejo, una idea y la paz. Y las personas son muy importantes, pero no están dispuestas a asumirlo. Cada persona es un error mío. Cada idea es una fantasía. Cada verdad que vivo se torna una mentira. Cada mentira que digo es una verdad disfrazada. Pero nadie me quita el disfraz ni a mi ni a mis mentiras. Nadie cree en mis verdades, pero si en mentiras de otros. Y yo no puedo convivir con la mentira de otros, siendo cómplice y ayudando a que parezcan verdades. No tolero la injusticia ni ser injusto.
Creerme dos segundos útil, es pasar mucho tiempo recordándome utilizado. Pensarme dos segundos necesario, me hace necesitar serlo por un tiempo eterno.
Pero el dolor no es eterno. La tristeza infinito. Lo único que es infinito es este ciclo en el que algunos vivimos y que es tristeza, alegría, tristeza, alegría y así eternamente. Si, sólo, pudiéramos saber cuanto dura cada eslabón de esta cadena...

No hay comentarios: