Salimos, caminando hacia Flores, total eran 15 cuadras nomás. No pudimos ni llegar a la casa de la fiesta que ya vi a mi amiga con un grupo de 5 chicas paradas en la esquina y justo pararon un taxi, las 5 amigas de mi amiga se metieron en el taxi y salieron disparadas. Yo justo atiné a agarrar a mi amiga (de nombre V.) de la mano y meterla en el mismo taxi que nosotros, para que guíe el camino. El recorrido termino en lo que yo entendí que era el Barrio Chino y que luego alguien me corrigió y me dijo que era Las Canitas. Si mal no recuerdo la dirección era Juramento y Arribeños, el bar en cuestión se llama Puerta Uno . Al llegar estaban las amigas de mi amiga en la puerta esperando con cara de impaciencia. Ahí nos presentamos: mis amigos E. y C., el primo de E., llamado M. Las chicas eran Val, Johi, Mar, Cyn, Lu y Geri, apócopes de Valeria, Johanna, Martina, Cyntia, Ludmila y Geraldine... chicas de Villa Crespo, divinas, insulsas, aguadas...
La puerta del bar es la entrada a un pasillo, que no tiene ningún cartel, tenés que golpear la puerta y ahí se abre una ventanita y aparece una cara de un tipo que nos dice: "Chicos, ¿tienen invitación?" O algo así que me sonó muy peliculero. Mis amigos ya me miraban mal, yo ya me percaté que había programado una noche mala. Adentro todo era concheto, pero de eso que da asco, yo no sé como será el bar ahora, pero en ese momento era repugnantemente cool and cheto y eso no cuadraba con nuestras noches en Baires.
Nos sentamos en unos sillones horribles, las chicas de un lado, los gansos del otro y empezó la charla no integradora. La única que intentó algo de charla fue Cyn que preguntó a mis amigos que estudiaban, porque de mi ya sabía: M. estudiaba Lic.en Historia, E. Teatro y C. Lic en Cs de la computación, creo que Geri puso cara de asco... Mar puso cara de lástima... Val puso cara de vergüenza...
Cyn, estudiante de Relaciones Públicas, decidió llamarse a silencio. Yo necesitaba algo de tomar...
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