El "Moño" Torres II - La Bici (primera parte)

Si algo no podía reprocharsele al Moño era su falta de originalidad, porque le sobraba por todos lados. El siempre iba un paso adelante, lo que no significa que estuviera caminando el camino correcto. Pero el siempre decía "no me voy a arrepentir de nada de lo que haga". Yo soy testigo, ese fue su lema y siempre lo cumplió al pie de la letra.

Una cosa que se va a ir revelando a medida que siga contando las historias de este personaje es que además de caradura y original, el moño era vicioso y adicto a todos sus vicios y proclive a acumular nuevos vicios...

Hacia fines de 1999 y principios de 2000, ese verano, se había vuelto una fija juntarse en el patio de uno los pibes a jugar al poker y tomar a morir... Mientras los dueños de casa estaban de vacaciones nosotros nos instalábamos noche tras noche a reventar el hígado.

Una de esas noches el Moño apareció con una de sus últimas ocurrencias: Una bicicleta. Cuando se le preguntó el motivo de la bici, el respondió que era para ahorrarse el colectivo (entre ida y vuelta gastaría 2 pesos calculo, que era lo que costaba una cerveza o un atado de puchos). Ya nadie que lo conociera intentaba persuadirlo que la idea era una reverenda boludez, así que nos dedicamos a fullear y a bajar cajones de cerveza. (continuará...mañana)