20.9.11

Plateístas

Volver al Gigante de Arroyito después de 10 años de no ir a la cancha fue de a poco llenando de emoción mi cuerpo a medida que se acercaba la hora del partido. Pasé a buscar a mi hermano con el tiempo suficiente como para conseguir una platea en el estadio. El dijo saber un atajo, yo le creí porque como es socio de Central el va siempre a la cancha.
Evidentemente los otros 40000 que van a la cancha conocen el mismo atajo que el porque la caravana era insufrible y lenta.
Finalmente llegamos al estadio unos 20 minutos antes de arrancar el partido y luego de sortear a mangueros, revendedores y el cacheo de la puerta, llegamos a la platea.

Lo primero que tengo para decir es que recordé lo emotivo que es salir a la platea y ver el campo de juego ahí nomás y la tribuna llena de gente cantando y saltando. Sobretodo luego de 10 años de no ir.
Nos ubicamos junto con un amigo de mi hermano en las plateas y esperamos a que arranque el partido.

Ahí apareció el segundo recuerdo: lo insoportable que pueden ser los plateístas del sector techado de la cancha de Central. Apenas iban 5 minutos cuando un viejo del orto, de esos que se creen que son dueños de Central le dice al amigo de mi hermano "nene, bajate de la platea que no veo". A todo esto, estábamos todos (incluido este personaje) parados sobre las butacas, una costumbre que nunca entendí, ¿si sacás una platea por qué no te sentás? al menos al principio del partido... El amigo de mi hermano le responde "si me bajo de la platea no veo yo". Insiste el viejo "dale querido, dale que sos alto". Y de atrás aparece ese personaje "el plateísta" insufrible, que va a la cancha a putear a lo que sea, no importa nada. Y salta y le dice "dale nene, bajate ¿no ves que la nena no ve?" La nena en cuestión no estaba con el salame este, y era una chica de unos 10 años que miraba con cara de yo no tengo nada que ver, eh. La cuestion es que el amigo de mi hermano con toda sabiduría le dice "vení vos acá y yo voy adonde estas vos. Vos te bajás y yo me subo a tu platea". El tipo el respondió que no, que esa era su platea. "Bueno, esta es la nuestra así que no rompas mas los huevos". La última frase fue "gracias pibe eh, gracias por preocuparte por la nena".

Cinco minutos después el mismo tipo tira un "Es manooo, es manoooo la concha de tu madreeee, es manoooo, hijo de puta laaaimaaann cornudooooo".

Tibiamente me doy vuelta y le digo "Capo, la nena, hacelo por la nena".

Ahí viene la frase de la forra que estaba atrás mío "es increíble, nosotros venimos siempre y nos tenemos que bancar a los nuevos... hace 4 años que venimos..."

Última frase de la noche: "¿4 años..? Mirá vos, justo lo que hace que Central está peleando el descenso y jugando en la B Nacional..."

No hubo más nada que retrucar, ser fierro es la peor ofensa para un hincha de fútbol...

el tercer recuerdo es el choripán de cancha, único, inigualable, antibromatológico, letal.

1 comentario:

The Freaky One dijo...

Clap clap clap...

Me molesta el futbol y me hiciste reir en demasía.

Pero si sos un genio...!