7.7.12

Peritoneo, Peritoneooo

Amanecí el lunes de la semana pasada terriblemente descompuesto del estómago y con muchas ganas de vomitar. No obstante eso, me vestí y me fui a trabajar como corresponde. Salí desabrigado, hacía algo así como 2° y yo no llevé abrigo alguno. Tengo la mala costumbre de no abrigarme, debido a que sufro el calor, mucho, y para nada el frío. Esta vez el cuerpo me pasó factura. A media jornada tuve que apagar todo e irme.
El diagnóstico médico fue claro: Gastroenteritis aguda, indicando: Dieta y reposo, 48 horas. En el transcurso de esas 48 horas apareció la fiebre... apenas 37 y medio, lo normal... A la noche trepó a casi 39 por lo que metí Paracetamol a lo loco, para que baje y bajó...
Así me desperté al otro día y al ver que no tenía fiebre me bañé, me vestí para ir a trabajar y de golpe apareció el mareo, otra vez a la cama, aún no estaba recuperado. Esta vez, sí hice reposo seriamente y pasé casi todo el día en la cama. En mi habitación no tengo televisión, de todas formas no tengo ni cable ni antena, o sea que para lo único que la tengo es para ver películas. A la tercer película ya no quería ver más... Me puse a leer, medio siglo de Historia Argentina de la mano de Felipe Pigna... ¿y después?. ¡Después nada!
Encima, obviamente, la semana anterior había habido partidos de fútbol para hacer dulce: que Promociones, que Eurocopa, más miles de partido de Wimbledon... todas cosas que hacen que el tiempo pase volando... Esta semana no, lógicamente.

Finalmente se fue la gastro, se fue la fiebre, pero el Jueves amanecí con un fuerte dolor en los lumbares y en el brazo, hecho que atribuí directamente al haber estado en mala postura horas y horas en la fucking cama. Pasó el jueves, llegué a casa hecho mierda. Pasó el viernes, volví a casa hecho pedazos. Durante todos estos días siempre la misma comida: Pechuga de pollo a la plancha con arroz con manteca. Desayuno: Té con leche con galletitas de agua. Nada de mates, nada de café, nada de nada rico.

El viernes a la noche el dolor lumbar llegó a su punto máximo, me desperté a las 2 y media de la mañana terriblemente dolorido y me puse a googlear de qué se podía tratar y yendo de acá para allá llegué a la conclusión de que tenía Peritonitis y que iba a morir esa misma madrugada. Lamenté no haberme podido tomar una última cerveza o comer una última hamburguesa con todo, o un asado... Pensé en mi pobre familia y mis amigos cuando me encontraran explotado en la cama. Pensé que no había limpiado la casa, que qué iban a pensar cuando vieran ese desorden... pensé que se iba a echar a perder cosas de la heladera y que al pedo había pagado los impuestos... pensé en escribir un testamento y algunas confesiones pero la birome y el papel estaban lejos y me dolía mucho (si iba a explotar había que demorarlo lo más posible). Imaginaba el velorio seguro a cajón cerrado, porque este peritoneo iba a explotar fuerte y romper con todo...

Mientras pensaba en todo eso se vé que me dormí y hoy me desperté al mediodía en mi cama y en mi casa... pensé "¿así que esto es el más allá?" y luego "qué cagada, es igual al más acá y me sigue doliendo el peritoneo..."

Llamé a mi doctora de cabecera, que es mi prima, y le conté y después de hacerme unas veinte preguntas llegó a la conclusión que era una extensión de la gastro, una reflección de la afección del intestino que repercutía muscularmente y no se cuántas cosas más... pero que tomara Ibuprofeno y me diera calor con un secador de pelo (que no tengo) y/o una bolsa de agua caliente (que debo admitir que sí tengo)

Por las dudas no me fío... ella habrá estudiado mucho, pero a mi nadie me saca de la cabeza que voy a explotar por dentro en el momento menos esperado... que conste... yo avisé...

1 comentario:

sant dijo...

Aaaaah! mariconazo!
TENÉS BOLSA DE AGUA CALIENTE!